Son varias las fuentes que desencadenan el contagio epidemiológico de enfermedades en un hospital, entre las que se encuentra los momentos claves como el periodo de incubacación, enfermedad aguda, ser portador crónico o que exista colonización por el agente infeccioso creando una flora endógena. Estos y otros más son los riesgos a los que se pueden llegar a tener dentro de un hospital si no se siguen unas normas mínimas de seguridad sanitaria. Las rutas de transmisión de los microorganismos son diversas, en muchos casos únicas, pero algunos agentes infecciosos pueden ser transmitidos por más de una ruta a la vez. Se pueden considerar cinco rutas de transmisión principales: transmisión por contacto, transmisión por gotículas, transmisión aérea, transmisión por vehículos comunes, y transmisión por vectores. El huésped puede influir según la edad del paciente, por tener una enfermedad base, un tratamiento inadecuado o con una respuesta adversa, por una intervención, instrumentaciones y por utilizar vestuario o textiles ineficaces en la lucha contra posibles microorganismos.

Para evitar estos casos, hay que adoptar unas mínimas precauciones universales:

Insistir y recordar siempre el correcto lavado de manos

Utilizar elementos de barrera y aislamiento (guantes, mascarillas, batas, cortinas antibacterianas)

Vacunación VHB

Eliminación de objetos cortantes y punzantes

Esterilización / Desinfección material clínico

Entre estas medidas activas también hay que sumar la utilización de materiales que entran en contacto directo con pacientes y personal médico. La ropa de cama es sin duda una de las que más cuidado debe tener en su proceso de lavado y desinfección, de ahí su importancia. Al mismo tiempo las cortinas de las habitaciones han de contar con cualidades antibacterianas ya sean las que van solapadas a las ventanas como las que separan las camas entre pacientes.

Tipos de cortinas antibacterianas recomendables:

Cortinas desechables; se fabrican con un no-tejido y un tratamiento añadido que consiste en un producto químico a base de iones de plata que es un agente antimicrobiano eficazmente probado. Esto ayuda directamente a reducir la transferencia de patógenos de la superficie de la cortina al paciente o al miembro del personal. Este tipo de cortinas son recomendables cuando se usan en instalaciones médicas temporales o provisionales, ya que son de un solo uso y sin posibilidad de reutilización.

Cortinas lavables reutilizables; al contrario que las desechables tienen una vida útil muy superior y presentan unas cualidades más acentuadas en la lucha contra las bacterias. Al estar confeccionadas a medida, pueden diseñarse en función de las necesidades de cada hospital. Sobre todo nuestra reconocida marca Curtatex hace que gracias a los perfiles de aluminio de que dispone, puedan configurarse múltiples formas, tanto a ras de techo como suspendidas por medio de unas varillas especiales. Este tipo de cortinas son útiles para sectorizar determinadas áreas diáfanas en casos concretos de repunte en urgencias, creando privacidad y seguridad.