La higiene hospitalaria es uno de los aspectos vitales para el control de infecciones. El medio ambiente hospitalario cumple un rol importante en la transmisión de enfermedades y se ha podido relacionar, en algunas oportunidades, como causa directa de la infección de los pacientes, y ha sido responsable de grandes brotes epidémicos. Para que no vuelvan a ocurrir se extreman los hábitos de limpieza mediante unos procedimientos, además de la utilización de utensilios desechables.

También se han desarrollado tejidos que pueden usarse de manera más permanente, como la ropa de cama hospitalaria o las cortinas para hospitales que incorporan cualidades antibacterianas y que no desaparecen incluso con numerosos lavados.

La ropa de quirófano es normal que se use desechable entre los médicos, pero pensemos que haríamos con la ropa de cama de los hospitales, un poco complicado verdad. Pero pensemos que hoy día existen lavanderías industriales muy sofisticadas en el tratamiento de ropa sucia para lugares tan sensibles como los de un hospital.

Tanto si son sábanas de cama, como fundas de almohadas, o las propias cortinas de separación entre pacientes, las que van a determinar el control de higiene de un espacio sanitario libre de bacterias y de que éstas no se extiendan.

Muchas veces vemos como hay personas que tienen que estar durante un espacio prolongado de tiempo hospitalizados, ello supone que tienen que compartir en varias ocasiones habitación con otros pacientes. En los momentos en que les dan el alta a los pacientes, vemos como el personal de limpieza limpian de arriba a abajo toda la habitación, además de las tareas de limpieza diarias de baños, suelos, cambios de sábanas, etc… Este personal de limpieza puede ser del hospital o venir de una empresa externa.

Además de reunir las aptitudes para el trabajo que pueden ser comunes a otros muchos sectores, los trabajadores de una empresa de limpieza de hospitales o clínicas deben de ser extremadamente organizados para no generar situaciones contaminantes que puedan poner en peligro determinados procedimientos. También se puede destacar la importancia de que sepa trabajar en equipo, ya que la comunicación debe fluir para evitar malos entendidos en los procedimientos.

Según las diferentes áreas del hospital o la clínica, se definen distintas categorías. Éstas están determinadas en función de las actividades que se lleven a cabo en los distintos lugares y en función de lo expuestas que estén esas estancias a microorganismos que puedan causar infecciones a los pacientes. Nos encontramos con así con esta división:

Áreas de alto riesgo: son las zonas que tienen alta probabilidad de transmisión de infecciones o donde se realizan actividades médicas de riesgo. Son por ejemplo, las estancias de quirófanos, unidad de cuidados intensivos, unidad de quemados, salas de extracción de sangre, paritorios…

Áreas de riesgo medio: en estas zonas los pacientes tienen un bajo riesgo de contagio de infecciones, comprende instalaciones como consultas externas, urgencias, sala de fisioterapia, salud mental…

Áreas de riesgo bajo: normalmente no suelen estar ocupadas por pacientes y en ellas no se da ningún tipo de riesgo en las actividades que allí se llevan a cabo. Se incluyen despachos, almacenes, áreas administrativas, consultas de trabajo social…